Descripción:
1860-1880 35,3x20,7x53 cm Hierro, metal, cobre, latón, madera, seda El primer aparato magnetoeléctrico con utilidad práctica fue el construido por Pixii en 1832. ConsistÃa en un imán en forma de herradura que giraba delante de un electroimán, donde se producÃan las corrientes inducidas. El americano Saxton modificó en 1833 esta máquina de Pixii, colocando el imán en posición vertical y fijo, siendo el electroimán, formado por dos carretes recorridos por el mismo hilo en sentidos diferentes el que se hacÃa girar mecánicamente en el campo magnético creado por el imán, que es el que actúa de inductor, dando lugar a una corriente eléctrica inducida en el electroimán. En el diseño de Clarke de 1834, se dispuso el carrete en un plano de giro paralelo al del imán y mejoró la conmutación de la máquina de Saxton, configurándose de esta forma la primera manufactura a escala comercial de una máquina magnetoeléctrica, que además, se convirtió en el primer aparato de estas caracterÃs-ticas con posibilidad de aplicaciones electromédicas.
La disposición de los carretes en este tipo de generadores permite que las corrientes inducidas desarrolladas en cada uno sean del mismo sentido, cambiando igualmente según se acercan o alejan de los polos del imán fijo. Se genera por tanto corriente alterna que se puede utilizar como talo transformar en continua por medio del colector. Este modelo de Clarke incorpora varios accesorios para usos electromédicos y dos inducidos intercambia-bles, uno de hilo fino y largo para altos voltajes, y otro de hilo más grueso y corto, para la producción de corrientes intensas con las que reproducir efectos calorÃficos. Los efectos fisiológicos se obtienen con el primero de los inducidos descritos e interrupciones de corriente y producción de extracorriente. La persona que desea experimentar la conmoción violenta ha de mantener en sus manos los dos accesorios formados por cilindros de latón que se conectan a los bornes de la máquina.